En este ensayo ha sido revelador, siguiendo las indicaciones del ejercicio me he situado delante del espejo con una mano aguantado la libreta y con la otra mano con un rotulador he empezado a dibujar con una línea seguida, intentando no bajar la vista y ver lo que estaba haciendo. Es un momento de libertad ya que no hay tiempo para corregir nada sin prejuicio a lo que estas haciendo. Como si se liberara del papel directamente. Cual ha sido mi sorpresa cuando he bajado la vista y he comprobado que realmente me puedo identificar en las formas y matices que inconscientemente se han representado con mayor énfasis, seguramente cuando dibujando sin mirar he mapeado aquellas partes de mi rostro, sin saberlo, como si fuera la mirada cotidiana de cada día cuando te levantas y te miras en el espejo en el momento de darte agua en el rostro. Una mirada desde el inconsciente.